Empezando con un nuevo proyecto (que tenía pendiente hace harto), doy por inaugurado el nuevo espacio (no-comercial) de éste súper anti-blog-literario-periódico.
La resolución es notablemente mejorable, no llevaba la Nikon regalona conmigo, así que acudí a la infalible cámara del celular.
El día estaba perfecto para una mini sesión fotográfica (la compañía también), y supongo que con el tiempo, la modelo irá adquiriendo nuevas facetas jajaja.
La mayoría de mis perchas la adquiero en picadas del persa, tienditas por ahí o de la calle bandera, pero debo destacar que la boina roja es mi favorita (la traje de mi travesía con mis chiquillos por Bolivia).
Las fotografías son de providencia, tomadas cerca del metro Santa Isabel.
