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14.11.11

Estereotipos: cuando la personalidad tiene primera vista.


"Debe ser…"  "Me tinca que…" "Tiene cara de…" "...Conocí a alguien así"
Esto y mucho más es parte de nuestra chilenísima sociedad, sabemos que diez de cada diez personas, en algún momento, si quiera durante cinco segundos, somos pre-juicios y pre-juiciados.



Que quede claro que NO digo que estereotipar o pre-juiciar sea una instancia óptima, en efecto, es muchas desfavorable y contraproducente, pero es casi natural y real, es parte del conocer, cuándo la confianza no ha asomado ni las narices en alguna relación social y las confidencias aún no son llamadas a jugar. 
Seamos modernos, que la denominación no los asuste,  los "estereotipos" son progresiva y aparentemente menos estructurados y la mentalidad social es de a poco más redonda que cuadrada (soy optimista).

Si bien hay ocasiones en que de presencia me simpatiza algún par. 
Algo dentro de nosotros hace click en milisegundos pensando en situaciones habidas y por haber, la mayoría inexistentes. Creamos un suspensivo guión y hasta la escenografía de hipotéticas situaciones con aquella persona, de lo que piensa, cómo se viste, sus tendencias sexuales, políticas y religiosas (todos aquellos temas inapropiados a la hora de comer) y así sabemos cuándo encontramos a algún nuevo amiguito.

Pero dentro de los círculos viciosos de críticas, un tema sumamente extenso (para mí todos los temas dan para horas y horas y líneas y líneas de razonamientos) y no ahondaré en la discriminación, estábamos hoy hablando con mi mamá de la relación fisionomía/identidad. Un poco tendido hacia el dualismo cuerpo-mente de Descartes pero buscando la relación mente a partir del cuerpo.

Todo partió por el hecho de que en mi pequeña y  disfuncional familia somos todos psicólogos innatos, si en alguna reunión familiar nos ven a todos callados no hay que alarmarse señores ! Es porque es una generación espontánea del pensamiento analítico (supongo que a muchos otros les sucede, no?…   no?).

Y luego se me ocurrió pensar en cómo es la gente grande, digo, físicamente grande (como mi adorado M), un par de mis amigos son grandes y, fuera del hecho de que si te abrazan te llenan las baterías de amor por lo grandes de sus abrazos de osos, son realmente adorables. Al menos los que conozco, soy considerados, atentos y preocupados del prójimo. Si tú estás bien, yo también. 

Los que son gordos, la mayoría son súper buenos para la talla. La gente pequeña me da la imagen de mezquina, así como a la defensiva (debo explicar mi generalización, cada persona da una imagen personalizada claro). Y si piensas en el porqué de ésta clasificación, debes obligatoriamente llegar a la raíz del asunto.
Al momento de ser niño, cuándo la superficialidad está a flor de piel, no porque los enanos sean materialistas o superfluos. Si no porque el ritmo de vida de un niño es algo trivial y sumamente influenciable. En ese momento no existe una personalidad definible. Sólo juegas a las rondas y das regalos del amigo imaginario.

Y cuando hay un niño que es grande, imagino, que tiene el impulso de a) Ser el bravucón o b) Ser el protector de los demás (que según yo, toda la gente grande lo lleva por dentro). Un niño pequeño se ve indefenso ante los demás (incluso ante las niñas que siempre somos más altas) y en casos, "bullineado" entonces no queda más que vértelas por ti mismo para subsistir a la ed. básica.
Y un gordito… bueno, ya sabemos. O te lo tomas con humor o con años de terapias.  Resultado: un simpático y querido guatón Salinas.

La niñez nos permite adquirir la personalidad que más nos acomode, pero siempre con matices de nuestra esencia y del medio.
Entonces, serán realmente malos estereotipar? Porque… por algún motivo deben existir las etiquetas y clasificaciones y grupos urbanos y stuff. Existe el factor común, el común denominador… en la sociedad, objeto de estudio de sociólogos y antropólogos.

Entonces bueno, mientras no hayan víctimas. 

Después de todo, en Pride & Prejudice, de Jane Austen, Elizabeth no estaba tan equivocada, si bien Señor Darcy no era hombre de malas intenciones, con tamaña arrogancia y vanidad, nadie puede.


… A todos nos ha picado el bichito/sexto sentido. Se nos alerta de quién/dónde/cuándo confiar. Pero invoquen a la indulgencia señoras. Que sea una señal más no la actitud para enfrentar a los demás. Siempre se debe contribuir a romper con los estereotipos. Todo ok, mientras no seamos limitados y primitivos, no? (Una nunca sabe cuándo enfrentará a su propio Darcy).

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