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26.10.11

I wish...





Destino, libre albedrío y la Ley de la Atracción. Parte 1.


No quiero convertirme en una bloggera de autoayuda o crear falsas esperanzas. 
No me interesa si decides seguir tu vida desde las sombras, no me complica el ser franca.

Pero quiero relatar una experiencia, que hace rato quería escribir... a ver si es que se te contagia un poco el cambio de pensamiento. Ya estamos finalizando el segundo semestre 2011, también es tiempo de cambiar el switch (aprovechando el vuelto).

Todos aquellos autores cómo P. Coehlo (), P. Sordo, o R. Byrne, son tan transparentes que para muchos, sus libros no son más que un ordinario (en el sentido de común y corriente) cliché. 
Me ha tocado compartir opinión con gente con sus estructuras muy establecidas dentro de su cabeza (algo que siempre me ha intimidado al momento de debatir) y la mayoría de ellas es incapaz somatizar el sentimiento esperanzador de poder cambiar tu suerte con respaldo del universo entero. No sé por qué, pero para ellos es blanco o negro, dulce o amargo, es sí o no, no hay cabida para términos medios (algo muy admirable, a la mayoría jamás les han pasado gato por liebre).

Ok, suena bastante esotérico, déjenme ser más específica.

Todos hemos oído hablar del poder del destino v/s libre albedrío, y adoptado un punto de vista en una de éstas dos realidades.

Una te delimita a aceptar la verdad cómo venga por el hecho de que tus decisiones no influyen en tu vida, aceptas a una fuerza superior que mueve los hilos de tu vida, cómo una marioneta. Con la aceptación, viene la resignación y esto puede llevarte a quedarte estancado en una constante frustración de no tener nada en tus manos. Finalmente acabas por somatizar el hecho de que tus opiniones y elecciones son una voz sin fondo. El panorama suena bastante desolador.

Al otro extremo, con un peso pluma de 0,0001 gramos se encuentra el libre albedrío, vestido de luz y posando con una seductora sonrisa. Y te invita a tomarlo. Todos (o buenos, los peluditos) sabemos que todo gran acto trae su gran consecuencia. Desde pequeños el ensayo de error-castigo nos dejó huellas en la conciencia (y a veces, en las asentaderas). 

Es divertido, si estás dispuesto o tienes la valentía de un me-importa-un-bledo las secuelas.


Así que, es simple: o tomas las riendas o te dejas llevar. 
De éstas dos posturas, difícil que sepamos un poco más de lo que la experiencia propia nos enseñe. Pero existe algo, bastante mencionado éstos últimos dos años, llamado "El Secreto".
La ley de atracción. "Si uno realmente desea algo, el universo entero conspira para que lo consigas" dijo Cohelito. Y funciona, claro que sí.
No han pensado en aquellas veces en que pensaron tanto el querer conocer a esa chica? el ganar ese trabajo? el encontrarse cien pesos (en casos S.O.S)?, en que te llame juanitolospalotes para decirle "eso" urgente? en que aparezca tu amiga para salvarte del malhechor ex? el lograr ese proyecto? Está bien, fue fruto de esfuerzo, pero todo comenzó con un deseo.

Eso, en simples y cotidianas situaciones, es la ley de la atracción. Desear algo lo suficientemente para que se manifieste, para que tu energía lo atraiga y finalmente suceda. Claro, si andas de malas o negativo(a), no esperes buenos resultados.

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