Estoy lista para escribir hoy. siempre tengo que preparar antes los pensamientos para que no salgan torpes por los dedos. no es que lo planifique. es que me doy el tiempo para pensar.
Éstos días he soñado bastante contigo, hace tiempo que no te veía por ahí. te veo radiante y feliz a mi lado. a pesar de todo lo que te escupo -frecuentemente- a la cara. creo que por eso puedo estar tan tranquila en esos sueños (nuestros-sueños), porque nos decimos la verdad, porque nos amamos pero con cada imperfección de nuestras duras corazas. y cuando somos capaces de tocarnos y sentirnos a gusto, así suavecito, es porque aprendimos a sentir con esas durezas. no sé saber amar, ni tampoco saberme amada. pero creo que ésa vez amé, con pasión. porque por más que te olvide día a día, nadie te reemplazará jamás. tu lugarcito cálidofrío siempre estará disponible para recordarte. ahí colgamos todas las noches nuestros secretos, nuestros besos y palabras. creo que me quedé yo más que tú con la llave. y muchas veces deseé perderla para no volver allí jamás. pero supongo que eso es el amor, ese rincón que queda para siempre en tí -con sus claroscuros-.
quisiera que hubiese sido así en nuestra vida, y que nuestro encuentro casual en nuestra existencia hubiese sido más que un soplo de hojitas al viento.
Pero ahora sé que si basas tu felicidad en tu historia, más que en las relaciones, nadie te la puede quitar.