Tanto que te pensé. Tanto que te pienso. Siempre.
Todos tenemos esa persona que conocimos de un modo especial, fuera de lo común. Y E. fue mi ocasión. Era tan niña y tú tan grande y con tus planos de arquitectura, tus pololas, tú trabajo frustrado, tus cigarros, tus lentes, tú guitarra y tú serena...
Nos conocíamos qué? Dos horas ? Y no podías callarme, hablaba como sí te hubiese visto siglos atrás, tratando de consolarte, armando tú corazón roto, yo creía en tantas ilusiones.
Pasan los años y hay algo tan extraño entre nosotros, lo sentimos y nos hace feliz al vernos (esas 3 veces al año). Nos esperamos con tranquilidad y alegría siempre.
Una vez más, con felicidad, te espero E.