
Azules cayendo hojas están.
Tu ilusión me susurra no-ecos de una no-voz provisoria.
La tempestad ha cesado, quizá una tormenta perfecta.
Prefiero un amanecer ilusorio de muchedumbres y risas,
que la incertidumbre del inequívoco pasado.
Por eso, te quiero así Septiembre.